Los petos de lycra son imprescindibles para nuestros galgos, ya que al tener la piel tan finita y no tener apenas grasa corporal, les protegen de heridas, rozaduras y arañazos y evitan muchas visitas al veterinario.
También nos sirven para tener contacto visual en todo momento gracias a los colores llamativos del peto.
Y en verano, bien mojados, bajarán su temperatura corporal.